¡Hola!

Mi nombre es Andrea Sáez y soy psicóloga general sanitaria.

Desde muy pequeña me ha gustado ayudar a las personas y me ha interesado comprender el funcionamiento de la conducta humana. Actualmente, tras varios años de formación, puedo afirmar que no estaba equivocada y que este es mi camino. Adoro mi trabajo y estoy muy agradecida de poder dedicarme a acompañar a las personas en su proceso de desarrollo y crecimiento personal.

Conocí a Paula a través de las redes sociales y, desde el principio, me sentí muy identificada con el contenido que publicaba. Me encantaba la forma en la que veía el mundo y cómo lo transmitía a los demás, con una dulzura y sensibilidad muy característica. Sentía que podía aprender mucho de ella, por lo que realicé unas prácticas en su clínica y, hoy en día, me siento muy afortunada de poder formar parte de su equipo como colaboradora externa.

Me considero una persona cercana, humana, sensible, natural y con sentido del humor. Intento hacer sentir al usuario lo más cómodo y comprendido posible ya que los psicólogos también somos personas y no somos tan perfectos o correctos como puede parecer. En consulta, procuro construir un espacio libre de juicios donde la persona pueda sentirse segura, aceptada, entendida y validada

Debido a que me apasionan las emociones, los casos con los que más trato están relacionados con:

– Trastornos del estado de ánimo (ansiedad, depresión, estrés…)
– Autoconocimiento y autoestima
– Apego y dependencia emocional
– Duelo por ruptura
– Dificultades de adaptación (comunicación, organización, habilidades sociales, solución de problemas, gestión del tiempo…)
– Regulación y gestión emocional

Además, considero que para poder guiar y cuidar a alguien en su proceso terapéutico, es necesario cuidarse a uno mismo por lo que yo también sé lo que es estar al otro lado de la terapia. La psicología me ha ayudado a conocer(me), regular(me), aceptar(me) y cuidar(me) y este es uno de los legados que quiero transmitir a las personas que acompaño.

Por último, agradecerte el interés y felicitarte por estar a punto de dar un paso muy importante. Es de ser muy valiente querer iniciar un proceso terapéutico. Ser consciente del malestar y querer ponerle solución es la mitad del proceso. ¿Dejas que te acompañe en la otra mitad?